domingo, 6 de abril de 2014

Y digo aceptación

Un viernes de febrero estabamos con Nadia, una compañera de trabajo,  en el laburo a altas horas de la noche, y nos pusimos a charlar, y yo estaba quemadisima y cansada y en ese estado me salió confesarle sobre mis inclinaciones hacia las mujeres. Fue muy loco, deposite demasiada confianza quizás, en una persona que quizás no lo merecía. Pero no importa, ella es gay, y yo necesitaba que me aclarara todo lo que sentía. Obviamente muy en el fondo yo ya lo sabía. Puede que decir que siempre lo supe sea exagerado, si, pero parece que fue hace tanto. En retrospectiva es quizás más fácil ver lo que siempre estuvo ahí y me negaba a reconocer. Tenía mucho miedo, y lo sigo teniendo, porque este viaje recién empieza. Muchos prejuicios, es increíble la cantidad de cosas que he llegado a hacer para que no "se me note", no vaya a ser que se fuera a notar, y ese es quizás un sentimiento muy feo, porque demuestra totalmente mi poca aceptación, y lo cobarde que era. Tampoco creo que por aceptarlo sea valiente, ni mucho menos, pero si me siento un poco mejor conmigo misma. Esa noche di quizás el primer paso hacia la aceptación, porque que mayor aceptación que el hecho de aceptarlo frente a otra persona.